Te enseñamos 3 pasos para empaquetar una vida sin estrés
Según Freud, una de las 3 situaciones más estresantes que puede atravesar el ser humano durante su vida, además de la muerte de un familiar y el divorcio de su cónyuge, es una mudanza.
El cambio de vivienda suma un estrés a tu cuerpo y mente inusitado y difícilmente previsible, por lo que, siguiendo los pasos que te vamos a contar, te vas a librar de este estrés y lo meterás en una de las cajas de mudanza que seguro que ya debes tener preparadas.
3 pasos para empaquetar una vida sin estrés
Así es: cuando nos mudamos a un sitio, nos mudamos de vida. Aunque el otro sitio esté en el piso de arriba del edificio donde vives, da igual, el estrés es el mismo, ya que lo que causa el estrés no es la distancia que tienes que recorrer con tus cajas de mudanza, sino la vida que tienes que meter dentro de esas cajas.
1. Decide lo que sí y lo que no entra en las cajas de tu mudanza
He aquí el quid de la cuestión. Aprovecha la mudanza para desechar todo lo que llevas acumulando durante años y que seguro que, hasta que no lo has encontrado, ni te acordabas de que lo tenías.
Somos animales racionales con un alto apego por las cosas materiales, nos cuesta tirar cosas que por algún motivo hemos guardado en el pasado y eso no lo dijo Freud ni ninguno de sus discípulos. Te lo decimos nosotros, que creemos que nuestras cajas son respetuosas con el medio ambiente porque no solo sirven para guardar cosas, sino también para desechar las que no necesitamos.
2. Sé organizado/a: da a cada caja una etiqueta y un contenido
Una vez ya has conseguido hacer limpieza, te queda lo más fácil: clasificar. Empieza desmontando los muebles (hazte un croquis para después, si no eres un/a manitas) y guarda las piezas pequeñas en bolsitas pequeñas y separadas con la etiqueta explicativa de su contenido. Luego, empieza por las habitaciones que no vas a usar durante estas 24 o 48 horas de mudanza (deja la cocina y el baño para el final). Además de con el código para cada caja por su contenido, las de una misma habitación deben ir identificadas con una misma letra ("A" para la tuya, "B" para la de los nenes, etc.).
3. Desempácalo todo con el mismo orden y la misma diligencia
Ya estás en tu nueva casa. Ahora te toca seguir con el mismo procedimiento, pero al revés. Como vas a estar más de un día, empieza primero por desempacar las cajas de mudanza que atañen a los servicios que vas a usar (cocina y baño) y termina por el salón.
¿Ves qué fácil? ¡Casa nueva, vida nueva!